SUPERANDO MIEDOS.

Sabido es por todas/os que, en algunos países más desfavorecidos, las personas no tienen el privilegio de acceder al agua potable tan fácilmente como lo tenemos en los países desarrollados.
Para poder acceder a ella, los niños y niñas desde bien pequeños deben hacer un largo recorrido repleto de obstáculos peligrosos que, en muchas ocasiones, generan miedos difíciles de superar y hacen que la realidad de su día a día les cause graves secuelas vivan su día a día con ese temor en el cuerpo.
Para ello hemos pensado que sería interesante crear una realidad paralela que hiciese que este camino fuese mucho más llevadero para ellas/os. Además, haría que sus familias también estuviesen más tranquilos por no pensar en lo mal que lo van a pasar los más pequeños cuando tengan que iniciar este camino, siendo esto algo que, por el momento, seguirá sucediendo.


ACTIVIDAD:

En primer lugar, hemos escrito una historia o cuento que si se aplicara en el lugar donde no tiene al alcance el recurso del agua, la mama o familiar que tuviese que hacer el camino con los niños/as podría contárselo tanto con anterioridad para que el niño fuese asimilando; como por el camino, así éste se convertiría en un juego, haciendo que las/os niñas/os no fuesen realmente consciente del peligro que conlleva el recorrido.
Por supuesto, este recurso también podría ser aplicado en nuestras aulas. En este caso, también se podría contar el cuento con anterioridad en el aula, ocupando varias sesiones, en el patio, aula de psicomotricidad o un espacio amplio y que no se tenga ningún problema si se derramase un poco de agua. Crearíamos un circuito a recorrer donde los/as niños/as se encontrarán con los diferentes obstáculos que en la realidad se podrían encontrar éstos y éstas en otros países. Con esto conseguiríamos que además de que relacionases el miedo a las circunstancias reales con el juego haríamos que nuestro alumnado empatizara, siendo así conscientes de lo que en otros lugares ocurre.

CUENTO:

Érase una vez en los entresijos de la sabana africana vivía Samuel, un niño de 5 años cuya familia pertenecía a la tribu de los Kikiwaka.
Según las costumbres de su tribu, los niños desde esa edad ya podían ir a por agua.
Samuel estaba preocupado, sentía miedo por hacer aquel largo camino hasta el pozo más cercano, el niño había escuchado en muchas ocasiones, de los grandes peligros que aquella travesía escondía. Samuel no quería ir.
Su madre notó su temor, así que pensó que tenía que hacer algo, para que el niño se tranquilizase cuando hiciese el camino.
El siguiente día llegó y Samuel y su madre tuvieron que partir, lo primero que se encontraron al salir de la aldea fue un puente muy bajito con cocodrilos, aquí la madre de samuel le contó que hacía mucho tiempo vivían unos pájaros muy bonitos que necesitaban un silencio permanente ya que ellos vivían en la copa de los árboles y se podían asustar.  Es ahí cuando Samuel se puso a mirar al cielo y así su madre consiguió pasar el primer miedo.
Tras un largo rato, su madre volvió a encontrar otro posible miedo, para que Samuel no cogiera miedo de las arenas movedizas le vino a la cabeza un baile donde tenía que aguantar el equilibrio, Samuel al pensar en el equilibrio no sentía miedo de la realidad.
De repente se encontraren en una cueva oscura y con muchas ramas y telarañas, aquí la madre de Samuel le contó que cuenda ella era pequeña, en ese mismo sitio había luciérnagas que hacían unos movimientos muy bonitos y que les guiaban hasta el final, Samuel cerró los ojos y empezó a imaginar, cuando los abrió ya se sentía preparado para pasar el túnel.
Cuando salieron, la madre de Samuel se sintió orgullosa porque había conseguido que su hijo de 5 años pasase todos los miedos que conllevaba ese largo camino de 4 horas hasta el pozo. Es por eso, que cogieron el agua y consiguieron volver a casa sin ningún problema.


CIRCUITO:

Montaríamos un circuito en clase donde deberemos superar los diferentes obstáculos/peligros que Samuel y su madre pasaran a lo largo del recorrido hasta el pozo más cercano, tanto al ir como al volver cargados con el agua.
1.       Puente con cocodrilos: Se ponen en el suelo unas colchonetas azules para simular el agua del rio con cocodrilos y un banco que hará el papel del puente que cruza este, los niñ@s beberán cruzar en silencio absoluto.
2.       Arenas movedizas: para simular las arenas movedizas pondremos en el suelo una colchoneta gruesa (ya que esta se hunde un poco al ser pisada) los niñ@s deberán cruzar estas saltando de piedra en piedra como si fuéramos ranitas.
3.       El último peligro por pasar es una cueva, la podemos construir con diversos materiales en este caso hemos utilizado alfombra de goma tipo puzle, pero podemos utilizar cajas grandes de cartón o cualquier otro material o espacio, la finalidad es que este oscuro como una cueva, si además podemos añadir algún tipo de lucecitas pasa simular las luciérnagas sería maravilloso.
4.       Por fin hemos llegado al pozo con agua y hemos pasado el mal trago sin darnos cuenta así que ahora cargamos agua y ya podemos volver hacer el circuito a la inversa ya que gracias a la historia podremos relacionar el camino con esta haciendo que tengamos pensamientos y sensaciones positivas al realizar el camino.

MATERIALES:

-          Colchonetas
-          Bancos de madera
-          Aros
-          Colchonetas de corcho en forma de puzle
-          Luces pequeñas de LED
-          Vasos de plástico
-          Cubo
-          Agua



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